Con excepción de la quimioterapia adyuvante, en la que no se advierte la presencia de cáncer, la eficacia de la quimioterapia sobre las células cancerosas se mide en términos de la "respuesta". Las técnicas para vigilar las respuestas pueden ser similares a las pruebas utilizadas para diagnosticar el cáncer.
- Un bulto o tumor que afecte algunos nódulos linfáticos puede palparse y medirse de forma externa por medio de un examen físico.
- Algunos tumores cancerosos internos pueden verse en una radiografía o una tomografía computarizada y pueden medirse con una regla.
- Se pueden realizar análisis de sangre, incluyendo aquellos que miden la función orgánica.
- En el caso de ciertos tipos de cáncer, se puede hacer una prueba de marcadores tumorales.
Independientemente de la prueba utilizada (ya sea análisis de sangre, recuento de células o prueba de marcadores tumorales), ésta se repite a intervalos específicos, de manera que sea posible comparar los resultados con los pruebas anteriores del mismo tipo.
¿Cómo se define la respuesta?
La respuesta al tratamiento de cáncer se define de varias maneras:
La respuesta al tratamiento de cáncer se define de varias maneras:
- Respuesta completa: Desaparición completa del cáncer o del tumor; no hay evidencias de la enfermedad. Un marcador tumoral (si corresponde) puede descender dentro del rango normal.
- Respuesta parcial: El tamaño del cáncer ha disminuido en un porcentaje pero la enfermedad sigue presente. Un marcador tumoral (si corresponde) puede haber descendido pero sigue evidenciando la enfermedad.
- Enfermedad estable: El cáncer no ha aumentado ni disminuido de tamaño; el estado de la enfermedad no ha cambiado. Un marcador tumoral (si corresponde) no ha variado de manera significativa.
- Progresión de la enfermedad: El cáncer ha crecido; la enfermedad ahora es mayor que antes del tratamiento. La prueba de marcadores tumorales (si corresponde) indica que un marcador tumoral ha aumentado.
¿Cuándo se mide la respuesta?En una persona recién diagnosticada a la que se ha recetado quimioterapia para el cáncer, el número de tratamientos es fijo. Por ejemplo, un oncólogo recetará un número específico de ciclos de quimioterapia según el protocolo de tratamiento. Las respuestas pueden medirse durante la quimioterapia, pero el número de ciclos generalmente no cambia a menos que el cáncer crezca. Si el cáncer crece, probablemente la quimioterapia se interrumpa o se cambie de fármaco.
En una persona que padece una recurrencia o enfermedad avanzada, es posible que no se recete un número de ciclos específico. En cambio, se administran 2 ó 3 ciclos y después se evalúa la respuesta. Si la enfermedad es estable o se reduce, se puede administrar quimioterapia adicional siempre que se mantengan las respuestas, y a condición de que la toxicidad de la quimioterapia sea tolerable. En general, se requiere un mínimo de 2 ó 3 ciclos de quimioterapia para medir la respuesta. Un ciclo de quimioterapia puede no ser adecuado para evaluar su eficacia.
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