domingo, 8 de mayo de 2011

Viajes y sus problemas médicos

Volar puede provocar o empeorar una amplia variedad de enfermedades, a pesar de que son muy pocas las que impiden que una persona viaje en avión. Entre éstas destacan el neumotórax, lesiones pulmonares causadas por la tuberculosis, enfermedades que podrían contagiarse a otros pasajeros y trastornos en los que incluso una pequeña expansión de aire dañaría los tejidos, como en el caso de una cirugía intestinal realizada en los 10 días anteriores. Algunas enfermedades requieren cierta planificación y exigen tomar precauciones antes de volar. Por ejemplo, las personas a las que se ha practicado una colostomía deberían llevar una bolsa grande y prever que puede llenarse varias veces.
Un viaje en avión plantea diversos problemas, como cambios en la presión del aire, disminución de la cantidad de oxígeno, turbulencias, alteraciones en el ritmo interno de 24 horas (circadiano) del organismo (desfase de horario o jet lag), y estrés psicológico o físico.

Cambios en la presión del aire


Los aviones modernos mantienen la presión del aire dentro de la cabina (presión en cabina) a bajos valores, equivalentes a la presión atmosférica entre 1 500 y 2 400 m de altura. A esos valores, el aire atrapado en las cavidades del cuerpo (como las de los pulmones, el oído interno, los senos y el tracto intestinal) se expande alrededor de un 25 por ciento. En ocasiones, esta expansión agrava ciertos trastornos de salud, como un enfisema, una obstrucción de las trompas de Eustaquio, una sinusitis crónica y dolores crónicos abdominales causados por gas. Los problemas pueden agravarse notablemente cuando un avión, accidentalmente, pierde la presión de la cabina o cuando ésta no está presurizada, como sucede con algunas avionetas pequeñas.
Durante los viajes en avión es habitual tener una sensación de presión en los oídos. Ésta se produce cuando aumenta la diferencia entre la presión dentro y fuera del oído, lo cual hace que el tímpano protruya. Cuando la trompa de Eustaquio (un conducto que conecta el oído medio con la parte posterior de la nariz) permite que el aire entre y salga del oído medio, la presión se iguala.
Los resfriados de cabeza o las alergias pueden generar secreciones y una hinchazón que bloquea las trompas de Eustaquio, y las infecciones repetidas pueden favorecer el desarrollo de cicatrices que las obstruyan parcialmente. El aire queda atrapado en el oído medio, produciendo presión (barotitis media) y dolor. En alguna rara ocasión el tímpano se rompe debido a ello. Del mismo modo, puede quedar atrapado aire en los senos paranasales (barosinusitis), provocando dolor en la cara.
Tragar saliva con frecuencia o bostezar durante el descenso del avión, así como con la ingestión de descongestivos antes o durante el vuelo, pueden evitarse o aliviarse estos trastornos. Como los niños son particularmente susceptibles a la barotitis media, deberían mascar chicle, chupar un caramelo sólido o beber algo durante el ascenso y el descenso; a los bebés se les puede amamantar o bien darles el biberón o el chupete.

Disminución del oxígeno


La relativa baja presión del aire en el interior de un avión también causa problemas debido a sus efectos sobre los valores de oxígeno.
Los bajos valores de oxígeno resultan particularmente problemáticos para quienes sufren enfemedades pulmonares graves como enfisema o fibrosis quística, insuficiencia cardíaca, anemia, angina grave, drepanocitosis o ciertas enfermedades cardíacas congénitas. Por lo general, estas personas pueden volar sin problemas si se les suministra oxígeno. Las líneas aéreas pueden aceptar un pedido de oxígeno si se les notifica tal necesidad 72 horas antes del vuelo. Habitualmente, las personas que han sufrido un ataque cardíaco pueden volar entre 10 y 14 días después del mismo. Durante un vuelo, los que padecen problemas respiratorios no deberían fumar ni beber alcohol (pues ello agrava los efectos de la disminución de oxígeno). En general, quien pueda caminar 90 metros o sea capaz de subir un tramo de escaleras debería poder tolerar las condiciones normales de cabina sin necesidad de oxígeno adicional.

Turbulencias


Las turbulencias pueden causar mareo o lesiones. Las personas que tienden a marearse en los aviones pueden tomar comprimidos de dimenhidrinato o bien aplicarse parches de escopolamina sobre la piel. Sin embargo, estos fármacos pueden causar efectos negativos, particularmente entre los ancianos. Los parches provocan menos efectos adversos. Para evitar lesiones, los pasajeros deberían mantener sus cinturones de seguridad abrochados mientras están en sus asientos.

Desfase de horario (jet lag)


El hecho de viajar a gran velocidad, lo cual implica atravesar diversos husos horarios, produce mucho estrés físico y psicológico conocido como desfase de horario o jet lag (disritmia circadiana). Un cambio gradual en los patrones de comida y sueño antes de la partida puede aliviar el problema. Deben realizarse algunos cambios en el horario en que se toman los medicamentos; por ejemplo, los intervalos entre medicamentos, que normalmente se ingieren a horarios precisos a lo largo del día, deberían basarse en el tiempo transcurrido entre tomas (por ejemplo, 8 horas) más que en la hora local. Los diabéticos que se aplican insulina de acción prolongada pueden cambiar a insulina regular hasta que se hayan ajustado al nuevo huso horario, a la comida y al ritmo de actividades, o bien pueden compensar progresivamente la diferencia de husos horarios con el paso de los días. Deberían establecer un programa de alimentación y medicaciones con su médico antes de partir y llevar consigo un instrumento que controle las concentraciones de azúcar en sangre (glucosa).
La melatonina, una hormona que regula el ciclo del sueño, ayuda a contrarrestar los trastornos del mismo causados por el desfase de horario. Su efectividad depende de tomar las dosis siguiendo un esquema preciso. Como los productos con melatonina son suplementos nutricionales más que medicamentos, los reclamos hechos por los fabricantes no han sido examinados rigurosamente y la calidad de cada preparado comercial puede variar.

Estrés psicológico


El miedo a volar y la claustrofobia pueden provocar angustia. La hipnosis y la modificación del comportamiento ayudan a algunas personas. Tomar un sedante puede aliviar el miedo antes y durante el vuelo.
Como el comportamiento de algunos individuos mentalmente enfermos empeora durante los viajes aéreos, quienes manifiestan tendencias violentas o impredecibles deben viajar acompañados y pueden necesitar algún tranquilizante antes de volar.

Precauciones generales


Los marcapasos y las extremidades metálicas artificiales, las dentaduras postizas o los clavos resultan afectados por los detectores de metales de los aeropuertos. Sin embargo, los modelos más recientes de marcapasos pueden resistir la potencial interferencia de estos detectores. Para evitar problemas de seguridad, las personas que usan dichos dispositivos deberían llevar una nota de su médico explicando la situación.
El riesgo de que se formen coágulos de sangre en las piernas aumenta en cualquier persona que permanezca sentada en un mismo sitio durante mucho tiempo. Las mujeres embarazadas y los que tienen mala circulación son los más expuestos. Caminar por la cabina cada una o dos horas y contraer y relajar los músculos de las piernas mientras se está sentado ayuda a mantener una buena circulación sanguínea.
La deshidratación producida por la escasa humedad (de alrededor del 5 por ciento) que hay en la cabina puede compensarse bebiendo suficientes líquidos y evitando el alcohol, que empeoraría la deshidratación. Las personas que utilizan lentes de contacto deberían aplicarles alguna solución humidificadora con el fin de contrarrestar los efectos del aire seco.
Las líneas aéreas suelen proporcionar alimentos especiales, como dietas con bajo contenido en sal y grasas, y platos especiales para diabéticos si se les solicita con antelación.
Los pasajeros deberían llevar sus medicamentos en bolsas de mano en lugar de maletas, que se facturan en el aeropuerto, sobre todo por si éstas se pierden, las roban o llegan más tarde. Los medicamentos deberían transportarse en sus envases originales. Quienes deban transportar derivados opiáceos, grandes cantidades de cualquier fármaco o jeringas, deberían disponer de una nota médica para evitar ser detenidos por los agentes de seguridad de la aduana. Sería recomendable que los pasajeros lleven consigo un resumen de su historia médica, incluyendo resultados de electrocardiogramas, por si sufren algún contratiempo lejos de casa. Quienes padecen afecciones potencialmente incapacitantes, como la epilepsia, deberían llevar una identificación de Alerta Médica, colocada en la muñeca o en el cuello.
Las mujeres con embarazos normales pueden viajar en avión hasta el octavo mes. Las que presenten embarazos de alto riesgo deberían consultar sus planes de viaje con su médico y obtener su aprobación.
En general, para volar durante el noveno mes, es necesario presentar una nota del médico, dentro de las 72 horas previas al viaje, que indique la fecha aproximada del parto. Los cinturones de seguridad deberían ir cruzados por encima de los muslos, y no sobre el abdomen, para evitar posibles lesiones en el útero.
No se permite volar a los niños menores de 7 días. Los niños que padecen enfermedades crónicas, como afecciones cardíacas o pulmonares congénitas o anemias, tienen las mismas restricciones que los adultos en iguales condiciones. No existe límite de edad máximo para poder viajar en avión.
Las líneas aéreas hacen esfuerzos razonables para acomodar a los discapacitados. Generalmente, las sillas de ruedas y las muletas pueden acomodarse en los vuelos comerciales; de lo contrario, es necesario un servicio aéreo de ambulancia. Algunas líneas aéreas aceptan a personas que necesitan equipos especiales como catéteres intravenosos y respiradores mecánicos, siempre y cuando estén acompañados por personal capacitado y se hayan hecho todos los arreglos pertinentes con al menos 72 horas de anticipación.
Es posible conseguir información y asesoramiento acerca de los viajes aéreos en los departamentos médicos de las líneas aéreas más importantes.

Viajes al extranjero


De los millones de personas que viajan al extranjero cada año, alrededor del 3 por ciento necesita asistencia médica a causa de una enfermedad o lesión. Es posible que se produzcan infecciones gastrointestinales por beber agua o bebidas contaminadas, incluido el hielo, o por comer alimentos crudos o mal cocidos.
Los contactos sexuales casuales producen un alto riesgo de contraer el SIDA, que existe en todo el mundo, así como otras enfermedades de transmisión sexual.
Los accidentes de tráfico, especialmente nocturnos, y la sofocación son las principales causas de muerte o lesiones entre los turistas que visitan países extranjeros. Los riesgos para la salud varían según el país y la región visitados. Existen centros especializados de salud que suministran al viajero datos actualizados sobre los riesgos que comporta visitar determinados países.
En algunos países, muchos seguros de asistencia médica carecen de validez y los hospitales suelen requerir un importante desembolso de dinero en efectivo, al margen del seguro de salud que tenga la persona en su país. Es posible contratar varios planes de seguro de viajes, incluyendo algunos de los que cubren las evacuaciones de emergencia, tanto a través de las agencias de viaje como de ciertas compañías de tarjetas de crédito. Los consulados de los respectivos países de origen pueden asegurar la prestación de servicios médicos de emergencia.

Vacunaciones


Las personas que planean viajar al extranjero deberían aplicarse las vacunas apropiadas, dependiendo de su destino. Por lo general, se necesita más preparación cuando el viaje dura tres semanas o más, cuando incluye varios destinos en países en vías de desarrollo, o cuando tiene la finalidad de visitar zonas rurales o trabajar con poblaciones residentes. Las necesidades, en lo que a vacunas se refiere, cambian frecuentemente. Algunas deben ser aplicadas entre 2 y 12 semanas antes del viaje, por lo que el viajero debe informarse sobre el tema con la debida anticipación. En la actualidad es muy fácil conseguir información sobre los requisitos de vacunación de cada país.

6 comentarios:

  1. Buenas...tengo planeado viajar en avión por 2 horas, sera q lo puedo hacer teniendo una hernia a inguinal sin operar ??

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    1. Mira yo e viajado de argentina a españa y no e tenido problema en tu misma condicion

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  2. Le han diagnosticado a mi padre un aneurisma de aorta abdominal,puede viajar tanto en coche para ir de Coruña a valencia,con volver en avión de valencia a Santiago.gracias

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  3. Buen día, a mi padre lo operaron hace 13 días de una obstrucción intestinal, puede viajar en avión a solo una hora de su destino?

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  4. Buenas.
    Tengo planeado un viaje a Bali y me han diagnosticado un quiste hemorrágico de ovario. No ha disminuido con el tratamiento y produce dolor. Hay contraindicaciones para realizar el viaje? Le agradecería respuesta. Gracias.

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  5. Mi pareja tiene que hacer un viaje de 8 horas en avión y tiene un aneurisma Ártico.¿corre riesgo para su salud?
    Gracias Mayka

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Lcda. en Enfermería. Msc.Gerencia de Salud Pública. Diplomatura en: Docencia, Metodología e Investigación, Nefrología y Salud Ocupacional. Actualmente Bacherlor y Master en Ciencias Gerenciales.