Halitosis es el término general que se utiliza para describir un aliento desagradable que se emite por la boca. En la sociedad de hoy en día, el mal aliento o halitosis puede arruinar una comunicación social de cualquier índole, y por ello es importante conocer qué lo origina y cómo tratarlo.
Su origen
La mayor parte de las halitosis tienen su origen en factores locales bucales. Cambios alcalinos en el pH salival y la reducción de la concentración de oxígeno dan lugar a la putrefacción de la saliva y la emisión de Compuestos Volátiles Sulfurosos (CVS) provenientes de las bacterias, responsables del mal olor. De igual manera ocurre durante el sueño, en el que el flujo de las glándulas salivales mayores es mínimo, y esto favorece el estancamiento y la puesta en marcha de los mecanismos de putrefacción.
Tipos de halitosis
La mayor parte de las halitosis tienen su origen en factores locales bucales. Cambios alcalinos en el pH salival y la reducción de la concentración de oxígeno dan lugar a la putrefacción de la saliva y la emisión de Compuestos Volátiles Sulfurosos (CVS) provenientes de las bacterias, responsables del mal olor. De igual manera ocurre durante el sueño, en el que el flujo de las glándulas salivales mayores es mínimo, y esto favorece el estancamiento y la puesta en marcha de los mecanismos de putrefacción.
Tipos de halitosis
Existen diversas variaciones de este trastorno:
- Halitosis verdadera: se determina este tipo de halitosis cuando el aliento desagradable sobrepasa los límites y se convierte en perceptible para los demás.
- Halitosis fisiológica: aquella que es temporal y se produce en ocasiones concretas como al despertar, tras tomar café, alcohol, comidas fuertes con especias, fumar...etc.
- Halitosis patológica: se produce como resultado de la presencia de enfermedades o CVS. Dentro de ésta, existen dos subcategorías: halitosis patológica de origen bucal (aproximadamente el 90% de los casos provienen de sustancias de olor desagradable en fuentes orales) y de origen extrabucal (las que provienen de otras fuentes como las vías respiratorias, digestivas u otras causas como la uremia, la falla hepática y la cetoacidosis diabética).
El mal aliento es un problema común, sin embargo la falta de información y la barrera psicológica existente en el entorno a esta afección dificultan que el paciente participe activamente en la búsqueda de soluciones.
El uso de un colutorio específico, en forma de gargantismo (para alcanzar la parte posterior del dorso lingual), utilizado dos veces al día (mañana y noche) puede ser uno de los tratamientos más eficaces.
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