lunes, 28 de marzo de 2011

Colocación de la sonda y vigilancia del paciente

Colocación de la sonda y vigilancia del paciente



Como las sondas de pequeño calibre pueden desplazarse con facilidad, su posición debe comprobarse regularmente, aspirando y midiendo el pH del líquido intestinal (menor de cuatro en el estómago y mayor de seis en el yeyuno).

SONDA NASOGÁSTRICA

Medición en las superficies externas: orificio nasal, oído, apéndice xifoides; la sonda se endurece por inmersión en agua helada o introducción de un estilete; la posición se verifica inyectando aire y auscultando; aspirando ácido del estómago o por estudio radiográfico.

Uso clínico

Situaciones clínicas breves (semanas) o períodos más largos, con colocación intermitente; es más sencilla la administración de “bolos” pero el enfermo tolera mejor la infusión continua con bomba.

Complicaciones posibles

Broncoaspiración, úlceras de tejidos de nariz y esófago que culminan en estenosis.

SONDA NASOYEYUNAL

Medición en superficies externas: orificio nasal, oreja, espina ilíaca anterosuperior (maleolo interno en lactantes); se endurece la sonda introduciendo el estilete y se pasa por el píloro, bajo control fluoroscópico o con un asa endoscópica.

Uso clinico

Situaciones clínicas breves en que hay deficiencia del vaciamiento gástrico o se sospecha una fuga proximal; obliga a la infusión continua con bomba.

Complicaciones posibles

La sonda a veces retrocede de manera espontánea al estómago (su posición se verifica al aspirar el contenido que tiene pH >6); es frecuente la diarrea; pueden ser útiles las fórmulas con fibra vegetal.

SONDA DE GASTROSTOMÍA

Su colocación percutánea se hace por endoscopia, radiología o cirugía; una vez elaborado el trayecto puede transformarse en un “botón” gástrico.

Uso clinico

Situaciones clínicas prolongadas, trastornos de la deglución o absorción deficiente en yeyunoíleon que obliga a usar goteo continuo.

Complicaciones posibles

Aspiración; irrigación en el sitio e salida de la sonda; fuga eritoneal; desplazamiento del lobo (balón) y obstrucción del piloro.

SONDA DE YEYUNOSTOMÍA

Colocación percutánea por medio de  endoscopia o radioscopia a través del píloro o por  endoscopia o cirugía  directamente en el   yeyuno.

Uso clinico

Situaciones clínicas  polongadas en que hay deficiencia del vaciamiento  gastrico, obliga a goteo continuo con la bomba; la colocación bajo endoscopia  directa (PEJ) es más cómoda para el enfermo

Complicaciones posibles

Obturación por coágulos o desplazamiento de la sonda; surge una fístula yeyunal si se usa un tubo de grueso calibre; diarrea por el síndrome de vaciamiento rápido; irritación de las suturas de fijación  (quirurgicas).

SONDA COMBINADA DE GASTROYEYUNOSTOMÍA

Colocación percutánea por medio de endoscopia, radiología o cirugía; la porción intragástrica se usa para aspiración   continua o intermitente, en tanto que la yeyunal se usa para la introducción de soluciones enterales.

Uso clinico

Se utiliza en sujetos con vaciamiento gástrico deficiente y con un gran peligro de broncoaspiración, o en pacientes de pancreatitis aguda o fugas en sentido proximal.

Complicaciones posibles

Obturación por coágulos; en particular en sondas yeyunales de calibre fino.

Todas las sondas de pequeño calibre tienden a ocluirse, en particular si se utilizan para introducir medicamentos triturados. En los pacientes que reciben nutrición enteral prolongada, las sondas de gastrostomía y yeyunostomía pueden cambiarse por un “botón” de bajo perfil, una vez establecido el trayecto.

Complicaciones

Aspiración

Los pacientes debilitados y con escaso vaciamiento gástrico y alteraciones de los mecanismos de la deglución y de la tos corren riesgo de aspiración; esto ocurre en particular en los enfermos conectados a un respirador, debido a que la aspiración por la tráquea provoca tos y regurgitaciones gástricas y los manguitos del tubo endotraqueal o la traqueostomía rara vez proporcionan una protección adecuada. En estas circunstancias, podría ser más seguro administrar alimentación yeyunal. El enfermo tolera mejor el goteo gástrico continuo que la alimentación intermitente en volúmenes mayores (bolo); el goteo resulta esencial en la alimentación intrayeyunal.

Diarrea

La nutrición enteral a menudo provoca diarrea, ante todo en presencia de una alteración de la función intestinal por enfermedades del intestino o por fármacos, en especial antibióticos de amplio espectro. Este trastorno puede controlarse utilizando una alimentación en goteo continuo y mediante fórmulas que contengan fibra, o bien añadiendo anticolinérgicos. La diarrea de la alimentación enteral no implica necesariamente que la absorción de otros nutrientes distintos del agua y los electrólitos sea insuficiente. Además, como los elementos nutritivos luminales inducen efectos tróficos en la mucosa intestinal y estimulan la barrera inmunitaria enteral, puede resultar apropiado mantenerla pese a la diarrea, incluso aunque sea necesario recurrir a un suplemento parenteral temporal con líquidos. 

Ámbito y costes del soporte nutritivo

Hasta 25% de los pacientes ingresados en hospitales de asistencia terciaria llevan catéteres centrales, de los cuales un 20 a 30% son para administrar nutrición parenteral. La incidencia de infecciones relacionadas con el catéter refleja la gravedad de los problemas médicos subyacentes y oscila entre dos y 30 por 1 000 catéteres al día, según el tipo de enfermo afectado. En los pacientes muy graves, la sepsis por catéter se vincula con una tasa de mortalidad de 35% y a un coste alto por sobreviviente. La mayor parte de las complicaciones relacionadas con el catéter son más el resultado de las malas inserción y manipulación que de los defectos del dispositivo. En los hospitales de atención terciaria, la inserción y manipulación de estas vías por equipos en particular entrenados puede reducir en un 80% las complicaciones, con la consiguiente repercusión en el pronóstico y los costes. El cambio de perspectiva sobre el soporte nutritivo de los pacientes hospitalizados, desde la alimentación parenteral a la enteral, también promete un ahorro relevante en los costes, aunque se desconoce el coste real de la alimentación enteral compleja. La nutrición parenteral domiciliaria suele costar la mitad que un tratamiento similar intrahospitalario y el coste de la nutrición enteral domiciliaria es muy inferior.

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Lcda. en Enfermería. Msc.Gerencia de Salud Pública. Diplomatura en: Docencia, Metodología e Investigación, Nefrología y Salud Ocupacional. Actualmente Bacherlor y Master en Ciencias Gerenciales.