En el curso de los siguientes 175 años, la investigación desembocó en la teoría celular, primero propuesta por el botánico alemán Matthias Jacob Schleiden y el fisiólogo alemán Theodore Schwann en 1831 y formalizada por el investigador alemán Rudolf Virchow en 1858. En su forma moderna, este teorema tiene cuatro partes básicas:
- La célula es la unidad básica estructural y funcional; todos los organismos están compuestos de células.
- Todas las células están producidas por la división de células preexistentes (en otras palabras, a través de la reproducción). Cada célula contiene material genético que se transmite durante este proceso.
- Todas las funciones químicas y fisiológicas básicas, por ejemplo, la reparación, el crecimiento, el movimiento, la inmunidad, la comunicación, y la digestión, ocurren al interior de la célula.
- Las actividades de las células dependen en las actividades sub-celulares (estas estructuras sub-celulares incluyen orgánulos, membrana plasmática, y, si presente, el núcleo).
- Las células están vivas. Las células separadas de sus órganos están tan "vivas" como lo está usted, aunque no puedan vivir independientemente. Esto quiere decir que las células pueden tomar energía (que, dependiendo del tipo de célula, puede ser en forma de luz, azúcar, u otros compuestos), y materiales de construcción (proteínas, carbohidrato y grasa) y usar éstos para restablecerse y formar nuevas generaciones de células (reproducción).
- Las características y necesidades de un organismo son en realidad las características y necesidades de la células que hacen el organismo. Por ejemplo, usted necesita agua porque sus células necesitan agua.
La citología es el estudio de las células y los citólogos son científicos que estudian las células. Los citólogos han descubierto que todas las células son similares. Todas están compuestas mayormente de moléculas que contienen carbón, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo, y sulfuro. Aunque muchas de las estructuras no vivientes también contienen estos elementos, las células son diferentes en su organización y el mantenimiento de un límite, su habilidad de regular su propia actividad, y su metabolismo controlado.
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Figura 1: Membrana de plasma |
- Una membrana plasmática consiste en un fosfolípido de dos capas, la cual es un membrana adiposa que encierra la célula. Esta membrana contiene varias estructuras que le permiten a la célula desarrollar labores necesarias; por ejemplo, canales que le permiten a las substancias moverse dentro y fuera de la célula, antígenos que le permiten a la célula poder ser reconocida por otras células, y proteínas que le permiten a las células unirse unas a otras.
- Un citoplasma contiene citosol y orgánulos. Citosol es un fluído que consiste mayormente de agua y nutrientes disueltos, desechos, iones, proteínas, y otras moléculas. Los orgánulos son pequeñas estructuras suspendidas en el citosol. Los orgánulos tienen las mismas funciones básicas de la célula, incluyendo la reproducción, el metabolismo, y la síntesis de las proteínas.
- Material genético (DNA y RNA), que tiene las instrucciones para la producción de las proteínas.
Aparte de estas tres similitudes, la estructura y la forma de la célula son muy diversas, y por consiguiente dificiles de generalizar. Algunas células son unidades solas e independientes y pasan su existencia entera como células individuales (estos son los organismos de células solas -unicelulares- como las amebas y las bacterias). Otras células son parte de organismos multicelulares, y no pueden sobrevivir solas.
Una diferencia mayor dentro de las células es la presencia o la ausencia de un núcleo, que es una estructura sub-celular que contiene material genético. Las células procarióticas (que incluyen a la bacteria) no tienen un núcleo, mientras que las células (eucarióticas que incluyen a los protozoos y a las células animales y las de las plantas) contienen un núcleo.
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Figura 2: Una bacteria (I) y un protozoario (D) |
- Las células de organismos autotróficos (la mayoría de plantas y algunos protozoos) contienen un orgánulo llamado cloroplasto, que contiene clorofilia y que le permite a la célula producir glucosa usando energía proveniente de la luz en el proceso conocido como fotosíntesis.
- Las células de las plantas, protistas y hongos están rodeadas de una célula compuesta mayormente de la celulosa del carbohidrato; la pared de la célula ayuda a estas células a mantener su forma. Las células animales no tienen una pared pero tienen en cambio un citoesqueleto, una red de largas y fibrosas trenzas de proteínas que se atan a la superficie interna de la membrana de plasma y que les ayuda a mantener su forma.
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Figura 3: Célula Animal (I) y de planta (D) |
- Sólo las células musculares contienen miofilamentos, estructuras que contienen proteínas que le permiten a las células contraerse (acortarse) y por consiguiente causar movimiento.
- La células especializadas llamadas fotoreceptores dentro del ojo tienen la habilidad de detectar la luz. Estas células contienen químicos especiales llamados pigmentos que pueden absorber la luz y orgánulos especiales que pueden convertir la luz absorbida en corriente eléctrica que es enviada al cerebro y es percibida como visión.
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