martes, 26 de abril de 2011

ALETEO (FLUTTER) Y FIBRILACION

En estos casos falta en el electrocardiograma la secuencia regular de ondas auriculares. Su mecanismo de producción no está totalmente aclarado. De acuerdo con la hipótesis de Lewis, en la fibrilación el impulso no se generaría en el nódulo sinoauricular, sino en la musculatura de la aurícula y se propagaría en forma circular en el miocardio, retornando al lugar de su generación, que se encuentra nuevamente excitable y volviendo a producirse por lo tanto su propagación circular.
Esto puede deberse a disminución de la velocidad de propagación del estímulo, con período refractario de duración normal. Una explicación alternativa es el acortamiento del período refractario, con velocidad de conducción normal. De acuerdo con estas teorías, si los impulsos se producen a intervalos regulares y se propagan siempre por las mismas vías circulares se produciría aleteo, en tanto que si se generan irregularmente y si cambian constantemente su recorrido en el miocardio, el resultado sería la fibrilación. Otras teorías postulan que el aleteo se debe a la aparición en la aurícula de múltiples centros ectópicos.
Trastornos similares pueden aparecer en el ventrículo, constituyendo el aleteo y fibrilación ventriculares. Durante el aleteo y la fibrilación ventricular la expulsión de sangre se detiene. Mientras estas alteraciones funcionales afecten solamente a las aurículas, el corazón conserva su capacidad funcional, pero cuando afectan a los ventrículos, la consecuencia es generalmente mortal.
En el aleteo auricular sólo uno de cada dos, tres o cuatro impulsos alcanzan a los ventrículos, así que en el electrocardiograma cierto número de ondas auriculares no son seguidas por el complejo ventricular normal (Fig. 44). En la fibrilación auricular el electrocardiograma muestra, en lugar de la onda P, numerosas finas oscilaciones. De estos impulsos sólo algunos y con intervalos variables llegan a los ventrículos. En el electrocardiograma falta la onda P y el complejo QRST aparece irregularmente dando lugar a una arritmia ventricular (Fig. 45). De acuerdo con el número de los impulsos auriculares que alcanzan al ventrículo, la actividad ventricular puede ser de tipo taquicárdico, normal o bradicárdico.

Fig. 45 Onda electrocardiográfica de la fibrilación auricular. (Wiggers: Physiology in health and disease).
Entre los trastornos de la conducción, las alteraciones en la transmisión de los impulsos a los ventrículos es la más frecuente. La conducción puede estar suprimida total o parcialmente (bloqueo aurículo-ventricular total o parcial). El bloqueo es parcial cuando hay retardo en la conducción aurículo-ventricular o cuando de cada cierto número de impulsos auriculares, sólo algunos son conducidos al ventrículo. En el primer caso, en el electrocardiograma se prolonga el espacio PQ. En el segundo caso se observa en el electrocardiograma que, en forma regular, de cada 2, 3 ó 4 ondas P una es seguida por el complejo QRST.

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Lcda. en Enfermería. Msc.Gerencia de Salud Pública. Diplomatura en: Docencia, Metodología e Investigación, Nefrología y Salud Ocupacional. Actualmente Bacherlor y Master en Ciencias Gerenciales.