miércoles, 27 de abril de 2011

EXCRECIÓN TUBULAR

Hoy día este proceso, antiguamente negado, es aceptado por todos los investigadores. Se ha demostrado que normalmente se excretan diversos iones, especialmente por el túbulo distal. La excreción de hidrogeniones por el túbulo distal es de gran importancia, dado el papel que estos juegan en la regulación de la constancia del medio interno. Una cantidad elevada de iones H+, producidos en el metabolismo celular, es excretada por la orina. En este proceso hay competencia por los transportadores entre iones H+, K+ y Na+ . El K+ compite con el ion H+ para ocupar los mismos transportadores. Prima, sin embargo, el ion H+ debido a su mayor afinidad por los transportadores. Las células tubulares dístales excretan también iones NH4+ , excreción que no es activa como en el caso del K+, sino un simple proceso de difusión pasiva, cuya intensidad depende de la gradiente de concentración osmótica entre líquido tubular y sangre. A través de la excreción de iones H+ y NH4+ , el túbulo distal cumple un papel importante en la regulación del pH de la orina (ver Regulación del Equilibrio ácido-base).
Aparte de las sustancias normalmente excretadas por el riñón, hay una serie de otras, extrañas al organismo, que al ser suministradas son eliminadas a nivel tubular. Entre estas merecen mención algunas sustancias que circulan en la sangre unidas a proteínas y que por su gran tamaño molecular no filtran en el glomérulo (diuréticos mercuriales, rojo fenol, etc.). Como también, el ácido para-aminohipúrico (PAH), el ácido hipúrico, el diodrast (compuesto yodado), a penicilina. Estas y todas las sustancias extrañas al organismo son excretadas por el túbulo proximal y no por el túbulo dista¡, como es el caso del K+, el H+ y el NH4+.
En resumen, en el túbulo proximal se reabsorbe la mayor parte del líquido ultrafiltrado en el glomérulo. Esta reabsorción es selectiva. El riñón elimina las sustancias inservibles para el organismo y se conservan (reabsorción total o parcial) las que el organismo puede utilizar. Son excretadas, además, las sustancias extrañas al organismo. Se reabsorbe en los túbulos proximales en total un 85% del ultrafiltrado, conservando el 15% restante la osmolaridad del ultrafiltrado (y del plasma). Su composición es, sin embargo, diferente. Se reabsorben en el túbulo distal Na+ y H2O. La reabsorción de ésta última es regulada por hormonas. Se excretan en el túbulo distal los iones K+ + y NH4+. Las dos funciones principales del túbulo distal son, por consiguiente, la regulación de la reabsorción de Na+ por la aldosterona, hormona secretada por la corteza suprarrenal y la regulación del pH de la orina.
El balance acuoso es mantenido por la excreción de una orina osmóticamente diluida (proceso de dilución o diuresis hídrica), o bien, por una orina osmóticamente concentrada (proceso de concentración o de antidiuresis). Normalmente prevalece el segundo proceso, pues la adaptación de la vida fuera del medio acuoso obliga al organismo a ahorrar constantemente agua. El mecanismo de dilución prevalece sólo cuando se ingiere líquido en exceso. Ambos procesos regulan también el balance osmolar, de acuerdo con la necesidad de eliminar o ahorrar osmoles (es decir, solutos). El principal soluto, para los efectos de la presión osmótica, es el Na+: De acuerdo con las necesidades del organismo, el riñón es capaz de eliminar orina cuya osmolaridad fluctúa entre 50 mmOsm/1 y 1.300 mOsm/l. La osmolaridad del plasma es de 300 mOsm/1.
En resumen, suponiendo que la ingestión de alimentos sea adecuada, tanto cualitativa como cuantitativamente, la menor ingestión de agua se compensa mediante la concentración de la orina y la sobrehidratación por eliminación de una orina diluida.
Nuestros conocimientos acerca de los mecanismos que regulan la concentración y dilución de la orina, han variado fundamentalmente con la introducción de la llamada teoría de contracorriente.
Esta teoría, comprobada experimentalmente casi en su totalidad, se basa en la peculiar arquitectura de la médula renal, en la que tanto el asa de Henle como los vasos, siguen recorridos en horquilla.
La figura 63 representa esquemáticamente un sistema de contracorriente. Como puede observarse, se trata de un sistema semejante al de un aparato destilador de agua de tubos adosados por uno de los cuales circula agua caliente y por el otro, en sentido contrario, agua fría. De acuerdo con las leyes de difusión del calor la temperatura de ambos juntos tiende a igualarse, y, a un nivel dado, el tubo de agua caliente entrega calor al tubo de agua fría. En consecuencia, la temperatura del agua caliente disminuye a medida que aleja de su punto de entrada al sistema. La del agua fría, que influye en sentido opuesto va aumentando a medida qué avanza. De este modo en el extremo del sistema de tubos, en el cual entra el agua caliente y sale la fría, el calor tiende a acumularse. En el otro extremo, donde sale el agua caliente y entra la fría, la cantidad de calor es mucho menor. Si se compara en un punto intermedio la temperatura de los dos sistemas, la diferencia es escasa y la cantidad de calor que pasa de un tubo a otro es pequeña. La gradiente de temperatura en los extremos es sin embargo, considerable. En líneas generales, los procesos de dilución y concentración de la orina se realizan de modo semejante. Las ramas ascendentes y descendentes de las horquillas túbulo-vasculares son comparables con los tubos de agua caliente y fría del sistema recién analizado.
Antes de entrar en la descripción detallada de los procesos de concentración y dilución de la orina, es necesario precisar algunos conocimientos básicos:
1. Tanto la rama ascendente, como descendente del asa de Henle son impermeables para el agua, en ausencia de la hormona antidiurética (ADH).
2. La acción de la ADH consiste en permeabilizar estas estructuras al paso del agua.
3. En el túbulo proximal, como hemos dicho anteriormente, se absorben en forma obligada las 7/8 partes del agua y del sodio filtrados en el glomérulo. O sea, de los 180 litros de agua filtrados se reabsorben 150 litros, de manera que sólo 30 litros llegan al asa de Henle. Como la reabsorción en el túbulo proximal se realiza en forma iso-osmótica, sólo estos 30 litros participan en los procesos de dilución y concentración.

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Lcda. en Enfermería. Msc.Gerencia de Salud Pública. Diplomatura en: Docencia, Metodología e Investigación, Nefrología y Salud Ocupacional. Actualmente Bacherlor y Master en Ciencias Gerenciales.