El corazón es un órgano muscular encargado de hacer circular la sangre. Sus contracciones rítmicas se deben a impulsos que se generan en el órgano mismo. El corazón es, por consiguiente, un órgano automático, cuya actividad es independiente de la voluntad.
El miocardio posee una estructura histológica de tipo sincicial, que lo diferencia claramente de la musculatura estriada esquelética. Tiene cierta semejanza con la musculatura lisa intestinal.
Las contracciones rítmicas de las fibras miocárdicas movilizan la sangre a través de la circulación mayor o sistémica y de la circulación menor o pulmonar. El corazón funciona, por lo tanto, como una bomba. El miocardio para realizar este trabajo consume energía aportada por la sangre que circula por las arterias coronarias. El corazón es capaz de adaptarse por sí sólo (o sea, aunque esté separado del sistema nervioso central) a las exigencias del momento, gracias a su automatismo y a las propiedades funcionales intrínsecas de las fibras miocárdicas. Sin embargo, normalmente es regulado por factores nerviosos y humorales.
Existe en el miocardio un conjunto de fibras diferentes de las fibras contráctiles, conjunto que constituye el llamadomiocardio especifico. En este miocardio específico reside el automatismo cardíaco, ya que en él se generan rítmicamente y por el sepropagan, los impulsos que provocan las contracciones cardíacas. Se le denomina también sistema excito-conductor. Hay que hacer notar, sin embargo, que las fibras del miocardio contráctil que conducen normalmente los impulsos generados son, en condiciones especiales, capaces tanto de generar como conducir impulsos.
El miocardio es un sincicio funcional, cuyas fibras forman una red. Mediante el microscopio es posible diferenciar en las fibras miocárdicas discos transversales que delimitan netamente cada una de las células que las constituyen. No es por consiguiente un verdadero sincicio en el sentido anatómico de la palabra, pero es indudablemente un sincicio desde el punto de vista funcional. La membrana que rodea en forma continua a cada fibra facilita el paso de los impulsos de una fibra a otra. Lo anterior condiciona, por una parte, que el estímulo se propaga en condiciones fisiológicas por una vía preestablecida y un desvío de ésta es patológico. Siendo el corazón una masa muscular, la generación de los impulsos y los cambios eléctricos ligados a su propagación, se proyectan a la superficie del cuerpo. El registro de estos cambios (electrocardiograma) permite explorar ciertos aspectos de la actividad.
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