La salida de los primeros dientes del bebé puede iniciarse a partir de los 3 meses y continuar hasta que el pequeño tenga 3 años. Ésta es una época que puede causar algunas frustraciones en el bebé y por supuesto también en los padres, por lo que es muy importante tener una idea de lo que les pasa a nuestros hijos cuando comienzan a salir los dientes y poder ayudarlos durante todo el proceso.
Hay bebes que pueden ser muy sensibles a dicho proceso, pero en general la primera dentición trae consigo “síntomas” comunes que nos sirven de indicar para saber lo que le está sucediendo al niño. Uno de los primeros signos que podemos apreciar es que el nene comienza a babear, esto debido a que la dentición estimula la salida y al no poder tragarla los niños solo optan por expulsarla generando el babeo.
Esto viene acompañado de un malestar en las encías, por lo que el bebé se llevará todo a la boca para mordisquearlo y así controlar su fastidio. Para esto es recomendable dale un mordedor con líquido en el inter y colocado en el refrigerador, porque el frío controlará su malestar. En algunas ocasiones aparecen pequeños hematomas, pero no hay porque preocuparse porque se curan solos.
Muchas veces los bebés que están atravesando el proceso de dentición presentan disminución del apetito, alteraciones del ánimo y del sueño. Las mamás coinciden en que durante este periodo a veces los niños están de un humor insoportable porque se tornan rabiosos y chillones, pero es importante saber que se debe a los primeros dientes.
Generalmente en el proceso los niños presentan algunas fiebres y diarreas, síntomas que según los pediatras no corresponden a la dentición ya que no hay ninguna razón médica que haga pensar que formar parte de la dentición, pero que se dan durante esta etapa debido a que los niños están más propensos a contraer virus.
Estar atentas a los síntomas nos ayudará a controlar la irritabilidad del bebé, el especialista puede recetar algun analgésico en caso sea necesario, pero de no serlo entonces solo podemos menguar las molestias con los mordedores fríos que alivian las encías. No debemos pensar que la primera dentición es dolorosa, sino solo un proceso al que contribuiremos en la medida que estemos informadas.
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