miércoles, 13 de abril de 2011

Trasplante de sangre periférica


cellmother

El trasplante de progenitores hematopoyéticos se ha consolidado en los últimos años como una buena alternativa al tradicional trasplante de médula ósea. Este método permite obtener células del torrente sanguíneo de un donante compatible, capaces de repoblar la médula ósea de un paciente con leucemia, de una manera más sencilla y sin necesidad de anestesia. Un estudio publicado en la revista ‘The Lancet’ después de 10 años de seguimiento aclara algunas de las dudas que aún podían quedar sobre su uso.
Para obtener progenitores hematopoyéticos (células madre de la sangre capaces de repoblar la médula) ‘basta’ con someter al donante a un tratamiento previo para multiplicar la presencia de estas unidades en su sangre y, después, extraerlas e implantarlas en un paciente con leucemia u otro tipo de tumores hematológicos.

Como explica el doctor Javier López, hematólogo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, esta sangre periférica tiene una ventaja sobre la de la médula ósea, y es que “ofrece una recuperación más rápida”, porque tarda menos en ‘agarrar’. Por eso, en la actualidad suele optarse por esta técnica para tratar a pacientes con leucemias avanzadas, para garantizar que recuperen su médula ósea cuanto antes. Mientras que en pacientes con enfermedad menos avanzada, se opta por la médula ósea, que tarda unos días más en funcionar a cambio de ofrecer un mejor perfil de seguridad.

Con el fin de aclarar qué diferencias hay entre uno y otro método a largo plazo, el Grupo Europeo de Trasplantes de Sangre y Médula (liderado desde Alemania por el doctor Birte Freidrichs) ha comparado la evolución de 329 pacientes con distintos tipos de leucemias tratados con ambos trasplantes por toda Europa entre los años 1995 y 1999.

Tras una media de 10 años de seguimiento (la más amplia hasta la fecha), los investigadores observaron que no existían diferencias en el pronóstico de supervivencia con médula ósea o sangre periférica (donadas en ambos casos por hermanos compatibles). De hecho, añaden, aunque los pacientes tratados con esta última técnica sufrieron más complicaciones de rechazo (la denominada enfermedad de injerto contra huésped), este problema no se tradujo en mayor número de muertes.

En pacientes con leucemias agudas, se observó una tendencia de supervivencia algo mejor (aunque no estadísticamente significativa) con el trasplante de médula ósea que con sangre periférica. Sólo en la leucemia mieloide crónica los resultados fueron más positivos con sangre periférica. “Estas conclusiones sugieren que existe un subgrupo de pacientes que pueden beneficiarse todavía del trasplante de médula ósea”.

“Después de una década de seguimiento, la mayor incidencia de enfermedad de injerto contra huésped no se tradujo en un mayor número de muertes, ni afectó al estado general de salud de los pacientes, ni tampoco a su integración social”, concluyen estos hematólogos europeos. A su juicio, sus resultados no permiten concluir por sí solos que es hora de volver a los trasplantes de médula ósea para ciertas indicaciones, pero sí que esta técnica no puede aparcarse del todo por el momento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Mi foto
Lcda. en Enfermería. Msc.Gerencia de Salud Pública. Diplomatura en: Docencia, Metodología e Investigación, Nefrología y Salud Ocupacional. Actualmente Bacherlor y Master en Ciencias Gerenciales.