martes, 12 de abril de 2011

Várices


varices
Las venas tienen unas válvulas que facilitan el flujo de sangre hacia el corazón. Cuando estas válvulas no funcionan correctamente, la sangre se estanca. Esto a su vez provoca que las venas se dilaten y alarguen convirtiéndose en várices. A veces no causan problemas médicos, más otras requieren un tratamiento especial para aliviar el dolor y pueden producir coágulos y otras complicaciones. Hay quienes deciden operarse por motivos estéticos, otros por necesidad.
Si bien cualquier vena del cuerpo puede degenerar en una variz, las más propensas a verse afectadas son las de las piernas y las de los pies, especialmente en la pantorrilla. Debido a que los factores que más favorecen a su desarrollo son la obesidad, el sedentarismo y estar de pie sin moverse durante períodos largos de tiempo. Otro factor es la predisposición genética
Síntomas
* Dolor de piernas y sensación de “piernas pesadas”.
    * Sensación de quemazón y constante hormigueo en las piernas.
    * Calambres y escozor en las zonas afectadas.
    * Pueden sobresalir en una parte o en toda la pierna, presentando un aspecto estéticamente desagradable.


Cirugía con Láser
Como alternativa a la operación de “arrancamiento” y a la microcirugía estaría la cirugía con láser de las varices. Esta cirugía consiste en cateterizar (introducir un catéter o un tubito) con una aguja en la vena a la altura de la rodilla. Después, y utilizando de guía el ultrasonido doppler, se introduce dentro de la vena un pequeño tubo de tres milímetros con una fibra láser dentro. Con esta fibra láser y gracias a la acción del calor, se procede a cerrar la vena enferma, obligando a la sangre a circular por venas más profundas y sanas.
Para evitar el dolor del paciente por el calor del láser, la intervención se realiza con anestesia local en las zonas adyacentes al área donde se ha irradiado el calor.
En comparación con los otros tipos de operaciones, la cirugía láser es altamente recomendable ya que no deja secuelas estéticas y el período de recuperación es óptimo. Se trata además de una intervención rápida y sencilla que se realiza en unos 45 minutos.
Cabe destacar que no todos los pacientes que padecen de varices son aptos para una intervención con láser. Por ello, es necesario y recomendable la evaluación de un médico para establecer, a través del ultrasonido doppler, si el paciente es un buen candidato para una cirugía con láser.

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Lcda. en Enfermería. Msc.Gerencia de Salud Pública. Diplomatura en: Docencia, Metodología e Investigación, Nefrología y Salud Ocupacional. Actualmente Bacherlor y Master en Ciencias Gerenciales.