Si vemos al cerebro como una computadora, las neuronas serían sus redes y circuitos. La epilepsia es un corto que ocurre en un circuito específico de forma sincronizada, donde las descargas eléctricas hacen que el resto del cerebro funcione de forma anómala.
Si no se controla, puede llegar a discapacitar a quien la padece. De forma usual, son medicamentos los que regulan el estado epiléptico, más existe la posibilidad de una cirugía cerebral donde se trata la parte dañada, en ocasiones frecuentes, los episodios disminuyen en un 85 por ciento si no es que desaparecen por completo. En realidad la cirugía para la epilepsia se practica hace más de 100 años, pero es desde hace unos 20 se ha desarrollado la tecnología que brinda mayor exactitud, con mejores resultados quirúrgicos. Ante esto la opción no es tan agresiva ni riesgosa, hay que tomar en cuenta que es una cirugía de equipo, incluso de 5 a 7 personas trabajando en el quirófano a tiempo.
¿Medicamento o Cirugía?
Depende del caso. De cada 10 pacientes, 7 se controlan con medicina y tienen una vida aceptable como el diabético o el hipertenso. Más para los 3 que no se logran controlar, la opción de cirugía es válida. Quien ya tuvo tratamiento con medicina sin resultados satisfactorios, puede optar por la cirugía. Claro está que para ello, se debe desarrollar un protocolo de estudio, que incluye evaluaciones que determinan el tipo de epilepsia, dónde nace la convulsión, resonancias, evaluar la electricidad del cerebro y más. En base a resultados, el médico se hace responsable de ofrecer dicha alternativa.
Depende del caso. De cada 10 pacientes, 7 se controlan con medicina y tienen una vida aceptable como el diabético o el hipertenso. Más para los 3 que no se logran controlar, la opción de cirugía es válida. Quien ya tuvo tratamiento con medicina sin resultados satisfactorios, puede optar por la cirugía. Claro está que para ello, se debe desarrollar un protocolo de estudio, que incluye evaluaciones que determinan el tipo de epilepsia, dónde nace la convulsión, resonancias, evaluar la electricidad del cerebro y más. En base a resultados, el médico se hace responsable de ofrecer dicha alternativa.
Riesgos
La cirugía consiste en “remover la parte mala del cerebro”. En general es una cirugía que hoy dura aproximadamente 5 horas. Para ello hay que estar seguros de que la parte del cerebro a tratar es la enferma y sobretodo que no juega un rol determinante en la vida del paciente, si por ejemplo, es la parte del lenguaje, el paciente no debe correr riesgo de quedar con daños aquí. Por ello son indispensables los exámenes y los estudios previos.
La cirugía consiste en “remover la parte mala del cerebro”. En general es una cirugía que hoy dura aproximadamente 5 horas. Para ello hay que estar seguros de que la parte del cerebro a tratar es la enferma y sobretodo que no juega un rol determinante en la vida del paciente, si por ejemplo, es la parte del lenguaje, el paciente no debe correr riesgo de quedar con daños aquí. Por ello son indispensables los exámenes y los estudios previos.
Finalmente hay casos en que el cerebro está lastimado de tal forma que no tiene sentido realizar una cirugía ni medicar al paciente. Para ello existen opciones paliativas, como los estimuladores vagales. Se trata de un marcapasos que se coloca debajo de la clavícula por debajo de la piel, donde un cable se conecta con el nervio vago, y envía estimulación eléctrica al cerebro por medio de microvoltios. Las áreas del cerebro que se encargan de defenderlo de la convulsión se despiertan y fortalecen.
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