Los pacientes posoperados, especialmente de cirugía ortopédica, corren el riesgo de sufrir un tromboembolismo venoso. Y es que, permanecer inmóvil en una cama de hospital conlleva un estancamiento venoso en las piernas que puede derivar en la formación de un coágulo que, si llega al pulmón, puede ocasionar la muerte de la persona.
El 90 por ciento de las trombosis y las embolias pulmonares está ligado a estancias hospitalarias prolongadas y/o procedimientos quirúrgicos mayores. Lo que sucede es que con la cirugía se activa el mecanismo normal de coagulación, pero en el estado postoperatorio, este se extiende en forma no deseada hacia otras partes del organismo, sobre todo a las piernas. Hasta un pequeño coágulo encierra una gran amenaza, tanto que el 10 por ciento de las muertes hospitalarias se debe a un Tromboembolismo venoso. La sangre se queda estancada por la inmovilización del paciente, y esto, combinado con el estado de hipercoagulación que desata la cirugía, es lo que facilita la formación de coágulos que al llegar al pulmón provocan las embolias, y uno de cada cuatro pacientes fallece.
Para prevenir un Tromboembolismo venoso se debe tomar ciertas medidas mecánicas, como la movilización temprana del paciente posoperado. Lo ideal es que esa misma tarde esté caminando, o al día siguiente si lo otro no es posible. Ahora bien, si la persona realmente no puede levantarse de la cama, al menos debe mover sus pies de arriba para abajo para mantener la circulación de sus piernas, y sí el paciente no puede hacerlo por si solo debe llegar alguien a moverle las piernas. Las mujeres que acaban de dar a luz están en riesgo de formar coágulos, por eso, según el especialista, todas deberían usar medias elásticas durante su estancia en el hospital para motivar la buena circulación de la sangre, aunque no presenten problemas aparentes en este sentido. También están en mayor riesgo de formar coágulos los pacientes de edad más avanzada, pero las precauciones se deben tomar con cualquiera que ingrese a un hospital para ser intervenido quirúrgicamente.
Hasta hace unos días, a los pacientes se les administraba de forma subcutánea lo que se conoce como heparina para prevenir la formación de los coágulos. Sin embargo, acaba de salir al mercado, por primera vez, una formulación de heparina que se puede tomar, simplificando así la administración de la misma de manera significativa, sobre todo una vez que el paciente sale del hospital. Hasta ahora se inyectaban las heparinas, lo cual daba problemas a largo plazo. A la vez se le daba al paciente anticoagulantes para mantener la sangre más rala. Por mucho tiempo se pensó además en la aspirina como medida preventiva, pero esta sólo previene en el lado arterial y no venoso, es decir, no protege para la trombosis. El nuevo medicamento se llama Xarelto (de Bayer Schering Pharma), y es el primer y único inhibidor del Factor Xa que se administra oralmente (un comprimido diario).
El 50 por ciento de las Trombosis son asintomáticas y los pacientes permanecen en riesgo de desarrollar una al menos durante los dos meses siguientes a la intervención quirúrgica. Es más, en la mayoría de pacientes quirúrgicos y no quirúrgicos que no reciben prevención adecuada contra este problema, y que después manifiestan trombosis venosa profunda o embolia pulmonar, los síntomas se presentan después de que fueron dados de alta del hospital.
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