
El proceso de aprender a leer y escribir es largo y requiere de una gran dosis de paciencia. Al principio será más lento y costará más, pero una vez superadas ciertas etapas, el pequeño leerá y escribirá fácilmente.
En una primera etapa, llamada de pre-lectura y pre-escritura el más pequeño comenzará a familiarizarse con las palabras jugando, escuchando cuentos y mirando libros que asocien dibujos a palabras. Su interés crecerá y empezará a mirar todas las letras que aparecen en su día a día, como las que salen en la caja de cereales, los carteles de las calles, señales de tráfico,etc.
Después, aprenderá cómo se distribuye un texto, dónde comienza y acaba y cuál es su sentido. Se sentirá fascinado por los libros y reclamará que le lean cuentos.
Se da cuenta de que sus propias ideas las puede escribir y comienza a dibujarlas. Intentará imitar a los mayores y querrá fingir que lee o escribe (agarra un lápiz y comienza a esbozar una serie de garabatos en una hoja de papel). Son como esponjas y se acuerdan de todo, utilizan imágenes y su memoria para contar una historia que ellos mismos crean.
En la etapa siguiente, conocida como de iniciación a la lectura y a la escritura, el niño comienza a tener claro que lo escrito se utiliza para contar algo y transmitir cierta información. Comienza a asociar palabras con sonidos y relaciona lo escrito con lo dicho, también empieza a diferenciar lo escrito y lo dibujado.
Su interés crece y es capaz de dibujar letras y juntarlas. Intenta leer textos simples y comienza a decir las palabras que entiende en voz alta mientras lee.
Con paciencia y dedicación los resultados pueden ser espectaculares. Entre juegos y diversión ayudamos al niño a poner los dos pilares fundamentales para su futuro desarrollo intelectual.
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