Cuando estamos embarazadas nos sentimos ‘extrañas’, nuestro cuerpo y nuestra mente van cambiando, estamos todo el tiempo pendiente de nuestro hijo y en ocasiones descuidamos a nuestra pareja.
En primer lugar aclararemos que cuando nos referimos al deseo sexual nos estamos refiriendo al deseo de tener relaciones sexuales o no con nuestras parejas. Además del líbido, existen diferentes factores que influyen en el deseo, la mayoría de ellos aparecen como desencadenante de impulsos hormonales (gracias a la glándula pituitaria podemos menstruar y ovular, además de sentir deseos sexuales). Otras de las causas están vinculadas a nuestra psicología, por ejemplo, la autoestima, el bienestar general…
Durante el embarazo habrá días que tengas ganas y otros que no, ésto es muy normal y nos ha pasado a todas durante esta etapa, por eso, no debes preocuparte, pero debes hablar con tu pareja y explicarle lo que sientes y lo que te está pasando, seguramente te entenderá, recuerda que de nada sirve hacer cosas que no tengas ganas, es mejor poder decir siempre lo que se siente.
También te puede pasar que la disminución de tu libido. Ésto está vinculado con el cambio de tu imagen corporal. A muchas, se nos complica la idea de aceptar los cambios físicos, el aumento de peso, sintiéndonos incómodas y sin ganas de mantener relaciones. Otras, en cambio, tienen miedo de que pueda pasarle algo a sus bebés y eso les quita las ganas.
Como veras existen diferentes causas que pueden provocar la falta de deseo sexual, pero lo importante es no hacer un mundo de este problema y que este tema no se convierta en un problema con tu pareja. La mejor solución será la encontrada mediante el diálogo. Así no sentirás tanta presión.
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